El Málaga vence por la mínima al Panonios en un partido gris

El Málaga vence por la mínima al Panonios en un partido gris

Edinho hizo el gol del cuadro malaguista en la primera mitad – Los de Ferreira fueron técnicamente mejores en un duelo cuya segunda parte sobró
21:05


VÍCTOR MARTÍN (BAD KREUZNACH) Después de una derrota que se podría calificar como clara frente al Mainz 05, el Málaga logró resarcirse en su segundo partido de la concentración en tierras alemanas. El equipo dirigido por Jesualdo Ferreira superó al Panionios de la Primera División griega (1-0) en el estadio municipal de Bad Kreuznach.

Fue el momento de probar otras cosas. De alinear a jugadores que no tomaron parte el pasado domingo –salvo Galatto y Quincy, que sorprendentemente no fueron alineados-, y debían contar con minutos. Y bueno, más o menos funcionó. Aunque en honor a la verdad hay que decir que el partido tuvo poca chicha. Primero, porque el conjunto heleno tiene más bien poco. Ordenados, aplicaditos y con algún jugador decente como Balaban, pero no mucho más.

Y el Málaga, aunque con el paso de los minutos mejoró su versión, comenzó a medio gas. Por decir algo. De hecho, Arnau tuvo que intervenir –está inmenso el portero catalán- un par de veces en los primeros diez minutos para que no hubiera problemas. Los blanquiazules –de negro para la ocasión- se sacudieron el incomprensible dominio griego y comenzaron a triangular. A lo Ferreira. Balón jugado esperando que aparezca el hueco.

Hasta que apareció, claro. Y quien lo encontró fue un Jesús Gámez al que se le nota sobrado. Su renovación es una excelente noticia para este equipo. El lateral, que ya había tenido una jugada personal minutos antes, puso un centro desde la derecha, Eliseu la bajó con la cabeza y Edinho fusiló al meta Belic. Fue lo mejor –y prácticamente único- de la primera mitad. Después del gol, el Málaga cambió a jugar con tres centrales y siguió con su apuesta por el toque, dejando pasar los minutos. Ni una ocasión malaguista. Ni una griega. Hasta el descanso.

Que, por cierto, si en vez de ser el descanso llega a ser el final no habría pasado nada. Pero no. Faltaban otros 45 minutos en los que pasó más bien poco. Los griegos salieron otra vez muy fuertes y trataron de incomodar a Arnau, pero esta vez sus disparos apenas veían la puerta. El Málaga, con Jordi Pablo y Juanmi, seguía practicando lo del toque y apenas llegaba al área rival. Sólo creó peligro en una bonita jugada entre David González y Juanmi, que puso el centro al área y Jordi Pablo, en lugar de empujarla a gol, la sacó extrañamente (64’). Luego la tuvo Edinho con una falta cerca del área que envió alta (69’). Y poco más.

Salvo, claro, la exhibición de Jesús Gámez. Si ya en la primera parte demostró que va sobrado, en la segunda era de largo el más entero de todos. A medida que pasaba el tiempo y la condición física de ambos equipos fue bajando –empiezan sus respectivas Ligas el 29 de agosto-, en el partido dejaron de pasar cosas. Que ya es decir con lo poco que sucedió en la primera. Sólo una falta de Jordi Pablo que se estrelló en el larguero y una vaselina frustrada de Portillo en los instantes finales arrancaron algunos aplausos del respetable, que a aquellas alturas estaba más dormido que otra cosa.

Así que Jesualdo sigue probando. La pretemporada se acaba y la Liga está a la vuelta de la esquina. Al menos, con esta victoria se repone la confianza del equipo, que vio frenada su línea ascendente tras la derrota contra el Mainz. No hay que dar más importancia a estos partidos, pero a todo el mundo le gusta ganar.

MÁLAGA: Arnau; Jesús Gámez, Jhona, Weligton, Mtiliga (Manu, 45’); David González (Portillo, 76’), Juanito (Edu Ramos, 90’), Benachour (Toribio, 60’); Eliseu (Jordi Pablo, 45’), Edinho, Luque (Juanmi, 60’).

PANIONIOS: Belic; Kondoes, Latka, Quendre (Kurdi, 67’), Patrick (Kondochristos, 89’); Okpako (Anastasapoulos, 73’), Cocalic; Goyudoulakis (Okoro, 65’), Pupo (Skoyrtis, 45’); Kukec (Kolovos, 73’), Balaban.

Goles: 1-0, Edinho (21’).

Árbitro: Sr. Wingenbach. Amonestó a Kondoes (30’) por parte de los griegos.

Estadio: Friedrich Mobus Stadion. Unas 500 personas.

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